LOS SOBRES DE EDDIE AROLA
El amor no se mide en distancias ni entiende de kilómetros. Eddie Arola lo sabe muy bien. Su particular historia de amor ha quedado plasmada en sobres, en pequeños trozos de papel decorados con singulares, artísticos y variados dibujos que seguro sorprendieron a más de un cartero en sus viajes desde Barcelona a Munich.
Esos sobres -Eddie Arola envió más de 400 durante siete años en la década de los noventa- eran el envoltorio de las cartas con las que este enamorado de la gastronomía conquistó a su actual mujer, Germaine Heise, que entonces vivía a más de mil kilómetros de distancia. Cada carta que Eddie enviaba era una pequeña obra de arte. Una creación artística para despertar el interés de Germaine. Los sentimientos de Arola quedaban ya plasmados en el sobre. Una bombilla, manos entrelazadas, corazones, figuras psicodélicas, muros, aviones, coches, bicicletas, una escalera para llegar al sol, notas, olas, un anillo de rescate, dados, ventanas, puertas, formas geométricas, animales… todo valía para este “amante de los sobres” en su empeño para sorprender a su amada.
En esta era de las redes sociales y los canales de mensajes inmediatos por teléfono, la íntima exposición de Arola en su Gastrobar (Còrçega 231) cobra especial significado y adquiere un valor único. Es la prueba de que hace sólo dos décadas la carta y el papel eran, por extraño que pueda parecer ahora, los vehículos más eficaces entre aquellos o aquellas que querían conquistar el amor.